La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica no transmisible que se caracteriza por episodios de convulsiones. De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 50 millones de personas en el mundo la padecen.

La Dra. Vanesa Roig (MN140.522), del equipo de INEBA, explica que las crisis de epilepsia “son episodios transitorios de disfunción cerebral que se producen por una descarga eléctrica anormal de las neuronas”.

Cada caso es distinto, se pueden presentar movimientos involuntarios, trastorno de la conciencia, de la sensibilidad, alucinaciones visuales, auditivas, entre otros, dependiendo del lugar del cerebro donde se origine la crisis, detalla la especialista.

Tratamientos para la epilepsia

Las medicaciones anticrisis son el método inicial para evitar las convulsiones y son efectivas en la mayoría de los casos, confirma la doctora Roig. Sin embargo, el tipo de medicamento y la dosis dependerá de cada persona, ya que la respuesta favorable y el efecto adverso varían. Por ende, el tratamiento es individualizado.

“En las personas que continúan con crisis a pesar de las medicaciones, existen otros tratamientos como la cirugía de la epilepsia, el cannabis medicinal, la estimulación del nervio vago o la dieta cetogénica (rica en grasas y baja en carbohidratos)”, detalla la neuróloga.

La doctora Roig apela a una medicina de precisión para tratar a cada paciente. “Es un abordaje terapéutico individualizado que busca adaptar el tratamiento no solo al tipo de crisis o síndrome epiléptico que presenta la persona, sino que tiene como objetivo tratar la causa específica o mecanismo que la produjo”, especifica.

Este concepto es producto de los avances en genética, neuroimágenes y electroencefalograma de los últimos años. “Es un cambio de paradigma, ya que nos va a permitir tratar no solo las crisis como veníamos haciendo, sino realmente la epilepsia. Considero que va tener un impacto muy importante en la atención”, confirma la neuróloga.

Para la doctora, es imperativo, además, que cada persona esté al tanto del tipo de enfermedad que padece y comprenda para qué se prescribe cada medicamento. Es la única manera de reducir la frecuencia de los episodios y los riesgos que conllevan.

“Es importante que cada uno conozca su diagnóstico, sepa qué es la epilepsia, qué tipo de epilepsia tiene, qué factores pueden aumentar el riesgo o la probabilidad de tener una crisis, como la privación de sueño, el alcohol, el olvido de la medicación, la fiebre, por ejemplo”, resalta.

Por ende, la neuróloga trabaja en la autonomía de los pacientes durante cada consulta. Los ayuda a familiarizarse con los nombres de las medicinas, a adaptarse al horario de las dosis. “Saber la medicación es importante para viajar, para vivir solos; si van a otro médico, para poder contar lo que toman”, destaca.

Para consultas sobre esta patología u otras relacionadas con enfermedades neuroinmunológicas, solicite un turno online o vía telefónica al 4867-7700.

Fuente INEBA