La falta de sueño desequilibra física y mentalmente a las personas. Las consecuencias incluyen cambios de ánimo, depresión, ansiedad, falta de memoria y problemas de concentración. Es fundamental respetar las horas de descanso durante la noche porque también afecta el metabolismo y reduce la esperanza de vida.

El Dr. Andrés Lotocki (MN 134.491), médico neurólogo y especialista en trastornos del sueño de INEBA, explica la razón por la que es tan importante dormir entre siete u ocho horas: “Durante el sueño, hay muchos cambios hormonales. Si se duerme poco, se alteran estos cambios fisiológicos”.

Los peligros de la falta de sueño

Dichos cambios forman parte de los ritmos circadianos, procesos controlados por la luz y oscuridad que duran 24 horas. Es decir, nuestro organismo está programado para dormir por la noche y estar activo durante el día. Los ritmos circadianos influyen en las funciones del organismo, como la liberación de hormonas, los hábitos alimentarios y de digestión y la temperatura corporal.

Cuando es hora de dormir, el núcleo supraquiasmático o NSQ (un grupo de miles de neuronas) produce melatonina, la hormona que causa somnolencia. Para este proceso, el NSQ depende de la información de luz que recibe a través de los nervios ópticos. Por ende, produce melatonina cuando hay menos luz.

Es por eso que la sobreestimulación lumínica puede interrumpir la producción de la hormona del sueño. Los hábitos de estar frente a pantallas antes de dormir, los desajustes de horario e, incluso, cambios genéticos pueden ocasionar un desequilibrio en el ritmo circadiano y, en efecto, afectar los procesos que lleva a cabo el organismo. 

Estas alteraciones, señala el neurólogo, pueden provocar el aumento del colesterol, la aparición de ronquidos y el desarrollo de apneas del sueño. Cuando el hábito empeora, se corre el riesgo de padecer hipertensión arterial, diabetes tipo 2, sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV).

El hábito de dormir pocas horas puede ser fatal, señala el doctor Lotocki. “Según algunos estudios, se reduce entre un 13% y un 20% la esperanza de vida al dormir mal y volverse propenso a tener todo este tipo de enfermedades”, reconoce. Por esto, el doctor insiste en que sus pacientes se habitúen a dormir las horas recomendadas. 

Fuente INEBA