En la Argentina, seis de cada 10 adultos presentan exceso de peso y en el mundo afecta a 650 millones de personas, mientras que un 30 % de las niñas y niños escolarizados tiene sobrepeso y un 6% obesidad.
Si bien durante mucho tiempo se asoció la acumulación anormal o excesiva de grasa en el organismo con un problema exclusivamente estético, la doctora Florencia Sauter, Licenciada en Nutrición del equipo de INEBA (MN: 4679), explicó que se trata en realidad de un problema para la salud de la persona.
En este sentido, la especialista destacó que, con el tiempo, puede derivar en enfermedades tales como diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, ACV y algunos tipos de cáncer, entre otras.
En adultos, la clasificación de Sobrepeso y Obesidad, según la OMS, es la siguiente:
● Índice de masa corporal (IMC) menor a 18,5: bajo peso
● IMC de 18,5 a 24,9: peso normal
● IMC de 25 a 29,9: preobesidad o sobrepeso
● IMC de 30 a 34,9: obesidad clase I
● IMC de 35 a 39,9: obesidad clase II
● IMC mayor o igual a 40: obesidad clase III
Cuatro factores que influyen en la obesidad
El modo de vida que llevamos, más sedentario y con menos actividad física, así como factores metabólicos, como la alteración de la microbiota intestinal, son algunos de los motivos que inciden en el aumento de la obesidad.
Recomendaciones para prevenir la obesidad
El problema y el mayor desafío es que la obesidad no tiene una causa única. Por el contrario, su naturaleza compleja es el resultado de una combinación de diversos factores como los genéticos y metabólicos, el ambiente obesogénico y los llamados factores desencadenantes.
Algunas prácticas recomendadas por los especialistas para niños y adultos pueden ayudar a prevenir la obesidad.
● Aumentar el consumo de agua, en reemplazo de gaseosas, jugos y aguas saborizadas con azúcar, que tienen un alto poder adictivo y no hidratan.
● Incrementar la ingesta de vegetales y frutas que aportan saciedad, tienen una densidad calórica baja y son fuente de fibra, vitaminas y minerales.
● Incluir en la alimentación productos integrales y de salvado en reemplazo de harinas blancas y refinadas.
● Organizar las comidas en 4 ingestas por día, con intervalos de 4 horas, en entornos tranquilos y agradables, comiendo despacio, masticando varias veces, tratando siempre de conectar con el aroma, la textura y el gusto de los alimentos que se están ingiriendo, para poder registrar cuando aparezca la saciedad.
● Aumentar el consumo de carnes magras en reemplazo de embutidos y fiambres, preferir cocciones al horno, a la plancha o parrilla en reemplazo de frituras.
● Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas, que aportan calorías vacías y ningún tipo de nutrientes.
● Fomentar en la primera infancia el consumo de los alimentos naturales, sin agregado de azúcares o sal. Evitar o disminuir el consumo de golosinas que pueden sustituirse con frutas crudas o deshidratadas, frutos secos, endulzantes naturales como canela o cacao amargo.
● Hacer actividad física al menos 3 veces por semana,180 minutos en total, incrementando la frecuencia, duración e intensidad según capacidad individual.
● Promover desde la primera infancia juegos al aire libre, disminuyendo el tiempo con las pantallas.
Con el propósito de concientizar a las diferentes sociedades sobre la importancia de buscar un peso saludable para el cuidado de la salud, cada 12 de noviembre se celebra el Día Mundial contra la Obesidad.
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